Mi hijastra latina recibe mi gruesa verga por primera vez, después, de que mi esposa nos dejara solos, la zorra de mi hija gime rico con mi verga.
Mi hijastra latina se llamaba Bianca, y desde que se mudó con nosotros siempre había demostrado interés en mi. No podía evitar mirarme cuando pasaba cerca de mí, y siempre estaba tratando de sentarse cerca de mi en la mesa.
Un día, cuando su madre se fue de la casa, Bianca me pidió que la llevara a su habitación. Estaba muy nerviosa pero a la vez muy excitada.
Sabía exactamente lo que quería. Una vez en la habitación, Bianca se desnudó lentamente, con una mirada de pura lujuria en sus ojos. Me acerqué a ella y comencé a besarla con pasión.
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Mi hijastra me toca la verga y reviso su vagina
Mis manos recorrieron su cuerpo y encontraron su coño caliente y húmedo. Estaba lista para que la penetrara. Metí mi gruesa verga en su coño y Bianca jadeó de placer.
Comencé a moverme con lentitud, hasta que ella comenzó a gemir más fuerte y su cuerpo se tensó alrededor de mi verga.
Estaba disfrutando mucho de la experiencia. Cuando terminamos, Bianca me miró con una sonrisa en los labios. Me dijo que había disfrutado mucho de la experiencia y me pidió que la follara cuando su madre no estuviera en casa.
No pude resistirme a la tentación y desde entonces, cada vez que la madre de Bianca se iba de la casa, nos reuníamos en la habitación para tener relaciones sexuales. La pasión que sentíamos el uno por el otro era indescriptible.
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