Peruana muestra el culo goteando porno casero, esta puta latina muestra su gran culo mientras la folla su amante por le apretado ano.
Se puede observar como ese delicioso culo está goteando, lo puedo sentir y oler desde mi pc.
Ella era una besadora muy apasionada y nuestras lenguas se entrelazaban una y otra vez. Su respiración y ligeros gemidos me excitaban por decir lo menos.
Un par de minutos más tarde, me sorprendió al desabrocharme los pantalones y luego se inclinó para darme una de las mamada más increíbles que he tenido.
Ella agarró mis bolas expertamente con una mano, envolvió su mano alrededor de la base de mi eje con la otra, y se balanceó lentamente hacia arriba y hacia abajo en un movimiento circular lento.
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Le acaricié el pelo con la mano y me recosté para disfrutar. Su técnica fue sobresaliente y no pasó mucho tiempo hasta que solté un gemido profundo y exploté con mi semen llenando su boca por completo.
Ella desaceleró el ritmo y succionó y tragó cada gota. Luego mire su culo goteando y es que a esta puta peruana le gusta dar una muestra, después simplemente se acostó allí con su boca en mi polla, sin moverse mientras acariciaba su mejilla y cabello.
A los pocos minutos de llevarla a mi puerta, estábamos en la cama follando como conejos. Le chupé las tetas, el coño, le lamí el culo y alterné metiéndole la polla en la boca y el coño en casi todas las posiciones imaginables.
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Hice saltar a la peruana sobre mi polla
Me puse de pie, la levanté, la volteé y le chupé el coño mientras sorbía mi polla. Lo hice frente a mi espejo de cuerpo entero para poder admirar ese cuerpo caliente.
Estaba completamente desnuda, excepto por los tacones altos que colgaban en el aire sobre mi cabeza. Luego la di vuelta, tomé su culo con mis manos y la levanté sobre mi polla sin dejar que sus pies tocaran el suelo.
La hice saltar sobre mi polla con sus brazos alrededor de mi cuello hasta que mis propios brazos cedieron. Luego la puse de rodillas en el suelo y me senté a horcajadas sobre su perrito mientras ambos nos mirábamos en el espejo.
Parecía disfrutar viendo nuestro reflejo y ser sumisa, dispuesta a dejarme llevarla como quisiera.
Agarré su largo cabello y tiré suavemente y luego empujé su rostro hacia el piso mientras golpeaba mis bolas contra su trasero redondo y firme.
