No te pierdas el Porno Venezolano con joven inocente una cuñada infiel xxx, se inclina y muerde mi cuello cuando siente mi polla hinchándose y palpitando más fuerte dentro de ella.
Es una sensación tan increíble, estar tan profundamente en un coño tan perfectamente caliente y apretado que duele tanto como se siente bien.
Ella gime suavemente mientras levanta sus piernas más y las envuelve alrededor de mis caderas, pero está tan débil por el empuje inicial que sus piernas caen, tirando de mis pantalones y ropa interior con ellas.
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Lentamente dejo de morderla cuando siento que su coño se está ajustando, y ella comienza a moverse lentamente, rogándome en silencio por ese jodido que hemos querido desde que vimos las fotos del otro en línea.
Aprieto sus nalgas en mis manos y la abrazo lo mejor que puedo mientras bombeo dentro y fuera de su calor. Su coño está tan húmedo que parece que gotea jugo cada vez que me deslizo hacia afuera.
Oh, mierda, tu coño es mucho mejor de lo que podría haber imaginado.
Tu coño es perfecto!
Está tan mojada, es como deslizarse por un tobogán de agua. No podrías parar aunque quisieras. Estoy perdido en sus pliegues jugosos, y no lo querría de otra manera.
Sus gemidos y chillidos solo me hacen quererla más, y ya estoy teniendo todo de ella. La miro a los ojos y ella puede ver cuánto disfruto estar perdida dentro de su coño.
Se inclina y me besa suavemente antes de recostarse y apretar su coño alrededor de mi polla. Gimo tan fuerte como ella ha estado gimiendo, y puedo decir que se sintió exactamente de la misma manera.
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¿Realmente es tan bueno? Te gusta tanto mi jugoso coño, ¿verdad? Bueno, ahora es tu turno de gemir por mi bebé.
Ella aprieta su coño contra mí
Ella aprieta su coño contra mí otra vez, y se mece ligeramente en mi empuje. Empiezo a mecerme en ella cada vez más, aumentando la velocidad, pero sin golpearla contra la pared.
Sus gemidos se vuelven más duros y vienen en olas más cortas mientras ella gime con cada empuje que bombeo hacia ella. Puedo sentir sus jugos deslizándose por mis piernas, creando pequeños charcos debajo de mis pies, y eso alimenta mi afecto por ella aún más.
No puedo evitar gemir una y otra vez mientras su coño toma el control de mi verga y me tiene a su entera disposición. Siento que todo mi cuerpo tiembla con anticipación de su orgasmo cercano.

