Secretaria penetrada en el trabajo porque la jovencita quiere culiar con el jefe quien aprovecha la inocencia de la cachonda xxx y la pone en toda posición xxx.
El jefe nota que la joven está inquieta y percibe de manera clara que quiere follar
y es cuando empieza a meterle mano hasta conseguir su objetivo.
En verdad, solo había estado en la habitación durante tres o cuatro segundos. Lo sabía porque no había dejado de moverme todo el tiempo, e incluso ahora seguía colocando mi cuerpo, agarrando sus caderas desnudas y luego hundiéndome en él fácilmente.
Demasiado fácil No había estado tan mojado cuando había estado parado afuera de la puerta, tratando de convencerme de ir a por esto. Pero en solo tres o cuatro segundos, mis compuertas se abrieron. Me acurruqué húmedamente a su alrededor, el sonido de su entrada diez veces más fuerte que el bajo volumen en la TV.
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Una vez que lo sentí dentro, me hundí en su longitud lo más lentamente que podía soportar, lo que no fue muy lento en absoluto. Mi cuerpo lo chupó, queriendo todo y luego queriendo más. Apreté mi cuerpo contra sus caderas cuando no pude seguir bajando.
Respiré hondo, como siempre lo hago antes de llegar al clímax, aunque esta vez logré contenerme. Luego, suspiré con un suspiro largo y tenso, comunicando mi necesidad de placer y el hecho de que ya estaba obteniendo más de lo que podía soportar. Mi cuerpo se estremeció, y luego también el suyo.
Había tenido consoladores y un par de hombres más grandes que él dentro de mí antes, pero nunca me había sentido tan llena como con la polla de mi dominador en mi coño.
Parecía llegar más allá de mí, electrificando mis caderas, mi columna vertebral, mi barriga. Cuando palpitaba, sentí que me hacía cosquillas en cada nervio que terminaba en mi cuerpo.